lunes, 9 de junio de 2014

LA ÉTICA

LA ÉTICA FILOSÓFICA

La ética, como pertenece a la filosofía, es una disciplina de intensa reflexión. En la que se pone en entredicho lo que uno quiere ser, con lo que debe ser. La ética, relaciona nuestros pensamientos, valores e ideales con nuestros hechos y comportamientos, de tal forma que exista una congruencia entre estos y se logren justificar por nuestra reflexión.
A través de la vida de la humanidad el ser humano se guía por dos preceptos importantes, lo que desea ser y lo que debe ser. Un planteamiento en el que es necesario orientar nuestros ideales y valores con una serie de normas que nos permitan convivir con los demás. 
Los hechos y la ética no son cosas que sucedan siempre a la par, pero lograr una congruencia entre nuestros pensamientos y acciones nos llevará a una reflexión real de la ética en nuestra forma de vida. 
Actuar éticamente no es igual a actuar conscientemente. Hay conciencias que son erróneas que no reflexionan y se dan a la labor de filosofar sobre sus comportamientos y sobre cómo deben ser las cosas. Así la filosofía de la ética se convierte en esa actividad de intensa reflexión en el que se ponen en entredicho cuales son las cosas que están bien, y cuales están mal. 

UN PROBLEMA COTIDIANO


En la vida cotidiana nos enfrentamos frecuentemente con circunstancias que que nos obligan hacer un alto en el camino. No se trata de situaciones que exijan conocimientos predeterminados, perecía o habilidad. Se trata de acontecimientos hacia lo que sentimos que solamente una reflexión detenida y juiciosa nos permitirá salir adelante.
Estos eventos de la vida cotidiana tienen sus rangos distintivos. Normalmente implican decisiones con respecto a nuestras acciones, a nuestra relación con terceras personas y, sobre todo, al calculo de las consecuencias que se desprendan de nuestras decisiones, de nuestras acciones.
También sucede, que la aparición de estos eventos parece desencadenar toda una serie de circunstancias nuevas de tal magnitud y secuela para la vida, que nos hacen asumir actitudes actitudes hacia el futuro cada vez más responsable y concientes. En pocas palabras, estamos hablando de situaciones que pueden implicar problemas éticos.

¿QUE ES EN CONCRETO LA ÉTICA?


La ética se encarga de juzgar y tratar de determinar cuál es el comportamiento más correcto o adecuado que debemos tener los hombres para vivir de la mejor manera posible y para aspirar al mejor futuro como individuos y como especies.
La ética es un discurso racional que nos debe dar las herramientas para conducir del mejor lodo nuestra vida. Es una reflexión que debemos abordar y llevar a cabo para cumplir nuestras mas altas aspiraciones como humanos.  

EL ÁMBITO DE LA ÉTICA

En el caso de la ética, la filosofía se refiere a casos concretos. Estos son tal vez los únicos casos concretos de los que tradicionalmente se ha ocupado el pensamiento filosófico, pues a diferencia de las cuestiones epistemológicas o metafísicas, que tratan problemas alejados de nuestra vida cotidiana, en tanto que entendamos a ésta como la vida que llevamos a cabo en medio de grupos humanos, en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en nuestro país.
Para que comprendamos el porqué de la búsqueda de Sócrates y el afán con el que intentó resolver una cuestión a las claras más importante que su propia vida, será necesario que nos aproximemos a lo que se considera como la "cuestión ética".
Ya hemos dicho que se trata de una reflexión que busca determinar nuestro comportamiento, no tanto para resolver las razones por las cuales realizamos un acto, sino con el fin de predeterminar, de la mejor manera, dichos actos. 

EL PROPÓSITO DE LA ÉTICA

Algunos filósofos, como Immanuel Kant, piensan que los actos verdaderamente virtuosos, verdaderamente éticos, son aquellos que se realizan sin un fin particular, sin ningún interés personal, sino buscando la realización de nuestra especie. Según ellos, nuestra individualidad solo se verá realizada si guiamos nuestros actos persiguiendo el más alto de los fines, que es la felicidad de todos los hombres, y por lo tanto, dejando de lado las pequeñeces y miserias propias de nuestra subjetividad.
En cambio otros filósofos, los llamados pragmáticos o utilitaristas, como John Stuart Mill, piensan que en la medida en que se cumplan nuestras propias metas, en esa medida se contribuirá al bienestar de todos los hombres, siempre y cuando el bienestar personal este perfectamente identificado con el bienestar universal. No se trata de conseguir la felicidad personal, sino de contribuir con nuestros actos a la felicidad de toda nuestra comunidad, y por tanto de lo que entendamos por humanidad.

¿EXISTE UNA POSTURA ÉTICA UNIVERSAL?
Con respecto a la ética, no sólo encontramos distintas concepciones acerca del fin que persigue. Si nos salimos del ámbito de nuestra cultura occidental, nos daremos cuenta de que lo que consideramos como valor, como bien o como fin adecuado para la humanidad, cambia según las diversas culturas,los pueblos y las costumbres. Por lo tanto, vale la pena preguntarse si existe una ética de carácter universal que dé razón al comportamiento de los hombres en general.
Por lo mismo, es muy fácil caer en la tentación de utilizar esta circunstancia para concluir que no es posible la ética y que cualquier acto o cualquier motivación para actuar es valida. Pero la diversidad d posturas y concepciones éticas, antes de justificar una vida irreflexiva con respecto a los demás, nos previene sobre la responsabilidad que tenemos de perpetuar nuestra naturaleza y nuestra especie.

RELATIVISMO ÉTICO

Consiste en afirmar que para decidir sobre el fin más adecuado para nuestros actos, para decidir qué es lo bueno, lo justo o lo mejor, debemos situarnos en un contexto especifico y determinado y actuar conforme con lo que en dicho contexto se considera adecuado, sin efectuar una reflexión y sin entender a una razón universal.
Por lo tanto, el fin es relativo para cada medio o contexto, para cada grupo humano, y entonces las posibilidades de interacción entre individuos de distintos grupos no será posible. El relativismo nos confina a interactuar solamente con individuos de nuestra cultura  y por lo tanto niega la humanidad, la diferencia y la variedad.

SUBJETIVISMO ÉTICO

Para el subjetivismo ético es impensable la comunicabilidad de las cuestiones éticas y, por lo tanto, la ética es un asunto puramente personal. Esto es así porque consideran que con las cuestiones éticas sucede lo contrario que con las científicas, para las cuales hay la posibilidad de aspirar a un acuerdo universal, pues los experimentos y el conocimiento que de ellos se desprende es el mismo, sin importar el ámbito social o cultural en el que se den. En cambio, las posturas éticas están ligadas a los medios culturales en los cuales se desarrollan.
El subjetivismo es, para muchos autores, la consecuencia directa de la preponderancia que tiene la racionalidad en la cultura occidental y el valor que se le da, puesto que el juicio de esta racionalidad sobre las cuestiones morales es necesariamente negativo, ya que difícilmente podemos medir y sopesar las distintas posturas éticas para sacar de ellas una postura "científica". 

LA ÉTICA  ARISTOTÉLICA

La ética de Aristóteles es eudemonística, es decir, que defiende que todas las acciones humanas tienden o van encaminadas a conseguir la felicidad. Todas las acciones tienen un fin, que se identifica con el bien. La felicidad será el bien supremo. Muchas teorías éticas son eudemonísticas, el problema está en discrepar sobre qué es la felicidad. Para Aristóteles la felicidad consiste en lograr la perfección de la propia naturaleza humana, por eso, si queremos saber que es la felicidad tendremos que hacer un análisis de la naturaleza humana. Un ser es feliz cuando actúa de acuerdo a su naturaleza, consiguiendo la máxima perfección respecto a eso. 

LA ÉTICA SEGÚN SÓCRATES



El objetivo de Sócrates era el de educar al hombre por medio de un continuo ejercicio en busca del bien que, en la ciudad, no podía ser otro que el bien colectivo, la justicia. Ese ejercicio tenía también un nombre, areté, la excelencia humana, la virtud. 
Sócrates tiene como fin único de sus investigaciones filosóficas mejorar moralmente al hombre, en tanto y en cuanto el hombre sea el poseedor de la sabiduría, toda vez que la sabiduría conduce a la virtud, y discernir qué bienes serán útiles para conseguir lo deseado es labor de la sabiduría. El hombre bueno es un hombre sabio y virtuoso; el hombre obra rectamente cuando conoce el bien, y al conocerlo es capaz de hacer el bien a sus semejantes. Sócrates decía: “Llamo en cambio vivir bien al hecho de alcanzar su fin por medio del estudio y del ejercicio y me parece que quienes se dedican a ello viven bien”.