viernes, 14 de noviembre de 2014

EL ATEÍSMO

NOCIÓN


La palabra "ateísmo" viene del griego a=sin y theos=dios. Por tanto, y atendiendo a su sentido etimológico, "ateo" es el hombre o el sistema que no acepta la existencia de la divinidad.
Dentro del ámbito filosófico, el ateísmo se expresa de una manera más radical en los planeamientos materiales y en ciertas tendencias existencialistas.

EL ATEÍSMO MATERIALISTA


En general, materialismo se opone a espiritualismo. Es, por tanto, un sistema filosófico para el cual la materia es el principio fundamental de la realidad y ala cual se reduce todas las cosas. Cuanto existe es materia o composición de materia.
El espíritu es concebido como una forma más sutil de materia o una segregación de ella. Nuestra conciencia y nuestro pensamiento- dice Engels- por trascendentes que nos parezcan, sólo son producto de un órgano material corpóreo , el cerebro.
A lo largo de la historia, el materialismo ha revestido diversas modalidades, aunque todas se atienen al principio fundamental: hay una materia eterna e increada que es el principio originario de todas las cosas y a la cual todas las cosas se reducen. En el sistema filosófico materialista no hay lugar para Dios.

EL ATEÍSMO EXISTENCIALISTA  
El existencialismo es un sistema filosófico del siglo XX que reduce la filosofía al estudio y conocimiento profundo de la existencia humana concreta. De ahí toma su denominación.
A partir de la existencia humana ciertos existencialistas llegan a la existencia de Dios; pero hay otros que la niegan dando origen así al existencialismo ateo, entre cuyas figuras más representativas se destacan Martin  Heidegger y Jean Paul Sartre.



  • Martin Heidegger: Al hacer el análisis de la existencia humana, este pensador establece que el hombre se encuentra "arrojado a este mundo" procedente de la nada; y que es un "ser-para- la muerte", es decir, destinado también a la nada. Cerrado así a toda esperanza de supervivencia, el hombre está sobrecogido por la "angustia vital", un sentimiento a través del cual se nos revela que estamos arrojados a este mundo y destinados a morir irremisiblemente. Dios, como se ve, no aparece en el sistema filosófico heideggeriano.

  • Jean Paul Sartre: El existencialismo de este filósofo va más lejos aún en su ateísmo.
Si Heidegger ignora la existencia de Dios, Sartre afirma que Dios es un imposible, una contradicción. Según él, Dios tendría que ser al mismo tiempo un ser "en-si", pleno, sólido y necesario, y un ser "para-si", que es la nada. Es decir, Dios sería al mismo tiempo "el ser y el nada", lo cual es contradictorio.

EL HUMANISMO MATERIALISTA

FEUERBACH: DIOS ES UNA ILUSIÓN



Para Feuerbach, discípulo de Hegel u fundador de la llamada "izquierda hegeliana", mientras el hombre necesite de algo absoluto persistirá la alineación.
Por ejemplo, si el hombre necesita de Dios para afirmarse de si mismo, algo suyo se pierde; esto es, el hombre queda alineado. Hay que afirmar más bien que, para el hombre, el ser supremo no es Dios, sino el mismo hombre.
Feuerbach critica el cristianismo y a todas las religiones. Para él, "lo humano es lo divino" y la nueva religión será la política.
Afirma Feuerbach que una vez que el hombre ha llegado ala plenitud de su conciencia, tiene que deshacerse de la ilusión de ese Dios exterior, recuperar cuanto había perdido y formar el "Reino del hombre".
Una vez que el hombre ha negado al Dios exterior y se ha endiosado a si mismo, busca un sucedáneo; pero le parece que el hombre concreto e individual es algo ridículo  para encarnar una idea tan grande, y entonces recurre a la comunidad.
El amor a Dios queda suplantando por el amor y la comunión de los individuos; esta comunión o comunidad es necesaria para que el individuo tome conciencia de su individualidad. De esta manera, le religión debe ser remplazada por el humanismo, y el amor a Dios reemplazado por el amor al hombre.

MARX: LA RELIGIÓN ALIENA AL HOMBRE



Marx critica la religión, en todos sus aspectos, como una fuente de alienación.
  • Critica a la iglesia en cuanto institución histórica, cuya practica a través de los siglos no ha sido en modo alguno, salvo en el cristianismo inicial, liberadora.
  • Critica al cristianismo, al que considera como una justificación ideológica de la burguesía, cuyo poder legitimó, como legitimó en el pasado el de la aristocracia.
  • Critica a la religión mágica como una superestructura ideológica que interpreta la realidad y que, en cierto modo, tiende a objetivarla. Como el mito es falso, la adjetivación que de él se derive también lo será. En el caso concreto de los mitos, el marxismo supone expresamente la idea de un Dios paternalista, exterior al hombre y trascendente al mismo, la idea de un cielo o un infierno eterno y, en general, toda una serie de ideas que ejercen influencia negativa en el quehacer diario de las personas.
  • Critica a la religión, cualquiera que sea y en su totalidad, es la misma esencia de lo religioso la que es rechazada por Marx en cuanto inhibidora de la acción liberadora del hombre. Su concepción religiosa se resume en la siguiente frase: la religión es el opio del pueblo.
HUMANISMOS ATEOS DEL SIGLO XX

LA FILOSOFÍA EXISTENCIALISTA


Desde Aristóteles hasta el siglo XX, la reflexión filosófica se preocupó más de la esencia del hombre que de las vicisitudes de su existencia.
Después de la Primera Guerra Mundial un grupo importante de filósofos empezó a reflexionar sobre la existencia concreta del hombre, dando lugar al existencialismo.
Señalaremos algunos aspectos de esta corriente:
  • Es una reacción contra el racionalismo: Para el existencialismo la verdad humana no puede reducirse a lo racional; debe incluir también todo lo humano: pasión, dolor, incertidumbre.
  • Percibe la hombre profundamente ambiguo, contradictorio: El hombre el libre, pero todo parce condicionarlo; es limitado, pero experimenta un extraño parentesco con la eternidad.
  • Cree que el hombre crea sus propios valores: Cuando elegimos algo estamos creado el valor de ese algo. Por eso, para el existencialismo, no hay una moral universal; la moral es un arte que cada cual crea según su propio estilo.
  • Presenta un proyecto de vida en el que el hombre tiende a atribuirse o a adquirir los atributos de la divinidad: Como para muchos existencialistas Dios no existe, esta aspiración es por esencia una aspiración frustrada.
EL HUMANISMO ATEO DE SARTRE


Sartre refleja en sus escritos la angustia del hombre, su confusión, porque no encuentra en nada ni en nadie la expiación de su existencia. El hombre no es otra cosa que lo que él dice, lo que hace él proyecta. El primer intento de existencialismo es poner al hombre en posesión de su ser y hacer reposar sobre él mismo la responsabilidad de su existencia.
Admitir a Dios equivaldría a una especie de suicidio, ya que Dios es la mayor amenaza para nuestra libertad. Debe rechazarse la noción de Dios como algo irreconciliable con la libertad humana.
Suprimido Dios, han de suprimirse también los preceptos morales que se suponían divinos, quedando como prerrogativa del hombre crear su propia moral. Pero todo proyecto humano está condenado al fracaso. El amor es imposible, el hombre es una pasión inútil.

EL HUMANISMO AGNÓSTICO DE HEIDEGGER
Heidegger se pregunta pocas veces sobre Dios y nunca responde a esta cuestión, porque, según una de sus expresiones, Dios esta siempre oculto para la filosofía.
Para Heidegger, el hombre moderno ha permitido el sentido de lo sagrado y, por eso, si Dios existe, el hombre moderno es incapaz de encontrarlo. Pero si el hombre no puede encontrarse con Dios, si puede encontrarse consigo mismo en la experiencia de la muerte, de la angustia, del tiempo, de la finitud. 

LA RELIGIÓN, UN HECHO UNIVERSAL

EL FENÓMENO RELIGIOSO

La religión es un hecho evidente. Se trate de pueblos primitivos o pueblos modernos, de culturas rudimentarias o de culturas tecnificadas, la religión aparece siempre como un elemento nuclear. Incluso en naciones aconfesionales o agnósticas, la religión persiste como sistema de creencias, como fuentes de moralidad y como elemento ritualizador. El hecho religioso se ofrece al filósofo como un problema que se puede plantear de diferentes maneras. Por ejemplo:

  • ¿Por qué existe universalmente la religión?
  • ¿Es algo necesario para la explicación del sentido de la existencia?
  • ¿Es un mecanismo sustitutorio de explicaciones más científicas?
  • ¿Pueden coexistir la religión y la ciencia?
NOCIÓN DE RELIGIÓN
Para explicar el hecho religioso, los filósofos han definido lo que es religión etimológicamente, recurriendo a dos fuentes distintas:


  • Cicerón: Indica que se deriva del verbo latino relego-ere, que significa releer, revisar. Según este significado, son hombres religiosos los que tratan con diligencia, repetidamente y como releyendo, lo que pertenece al culto de los dioses. Religión vendría a ser, en este sentido, dedicación constante al culto de la divinidad.

  • Lactancio: Señala que de deriva del verbo latino religo-are, que significa ligar, sujetar. Estamos obligados por este vínculo -dice- y atados fuertemente con Dios.
Por tanto, y en sentido estricto, "religión" sería el conjunto de prácticas que se reconoce la existencia de un ser superior.

EL HECHO RELIGIOSO


Consiste en una superposición de actos parciales. Esos actos que se integran en el hecho religioso, pueden dividirse en dos grupos:

Actos de toma de conocimiento, mediante los cuales el ser humano se representa a Dios. Estos actos tienen cuatro motivaciones principales: la naturaleza, el arte, la historia y el hombre.
  • La naturaleza: La inmensidad de ciertos paisajes conducen a la idea de Dios como ordenador del universo.
  • El arte: Las obras de arte suelen ser explicadas por una "inspiración" sobrehumana que tiene Dios como causa.
  • La historia: El proceso histórico puede ser concebido como el desarrollo de la voluntad de Dios.
  • El hombre: Como sujeto de profecías puede llevar a Dios.
Actos de toma de posición, en  los cuales el hombre reacciona ante ese ser       superior que se representa mediante el conocimiento. Pueden ser emocionales, como la fe, la seguridad, la esperanza, el temor, la reverencia, la humildad, la devoción y el amor, y prácticos, como dar gracias, rogar, hacer votos, bendecir, maldecir, alabar, obedecer, sacrificar y adorar.

EL ORIGEN DE LO RELIGIOSO EN EL HOMBRE



EL HOMBRE PRIMITIVO
El hombre primitivo se enfrentó a un mundo hostil en el que debía disputarse su supervivencia con los demás animales. Este hecho dio lugar en el hombre a interrogantes sobre la vida y la muerte y acerca de los enigmas de la naturaleza. En este contexto, muy poco a poco fue creando la conciencia de una realidad diferente, inexplicable, superior.
A fin de comprender los fenómenos a que se vería expuesto y poder evitarlos o beneficiarse de ellos, podemos pensar que el hombre procuró acogerse a esa realidad superior de distintas maneras: utilizó el tabú, la magia y, por ultimo, pudo llegar al concepto de religión.


  •   El tabú: El tabú hace referencia a lo prohibido, a aquello que es inconveniente para el hombre. Era un rito de purificación que consistía en mantener apartado todo aquello que era considerado anormal o impuro respecto a la realidad superior. De ahí que hoy se entiende como tabú lo impuro o poco digno. Debido a que ante lo impuro lo mejor es alejarse, huir, evitarlo, era preciso entonces establecer qué cosas no se podían tocar y qué acciones no se podían realizar. A todas estas normas prohibitivas se le denomina con el nombre de tabúes de prohibición. Sucedía también que las normas de los tabúes podían ser violadas y que quien lo hacia quedaba contaminado. Para liberarse de esa impureza, era preciso que la persona se sometiera a ciertos rituales.

  • La magia: En este proceso, el hombre primitivo tuvo que enfrentarse con lo desconocido, con lo oculto que actuaba sobre el mundo; quiso dominar las fuerzas naturales para beneficio propio. Entonces produjo una serie de creencias y prácticas según las cuales los individuos privilegiados o magos, podían influir sobre las cosas y manipularlas. Así apareció la magia. De esta debemos señalar las siguientes características.
  1. Es un acercamiento de la realidad superior, contrariamente al tabú, que buscaba evitarla.
  2. Para comunicarse con la realidad superior, el mago se constituyó en agente único, poseedor de un conocimiento que lo hizo poderoso e influyente en su comunidad.

  • El rito religioso: En la religión, tal como la entendemos hoy, el hombre busca establecer relaciones efectivas con la divinidad, sometiéndose a ella. Para lograr la relación con la divinidad se hace uso de unas mediaciones que pueden ser simbólicas o materiales. Al conjunto de todos los ritos de una religión se le conoce con el nombre de culto.
LA ESENCIA DE LA RELIGIÓN


Debido a la amplitud y a su inclusión en casi todas las esferas de la vida humana, resulta difícil distinguir lo que pertenece a la esencia del hecho religioso y lo que es mero tributo.
Sin embargo, los estudiosos han desarrollado métodos de análisis que nos pueden ayudar a determinar este diferencia. Entre estos cabe destacar el hermenéutico.

EL MÉTODO HERMENÉUTICO 


Hermenéutica es una palabra de origen griego que significa interpretación. Originalmente el termino se aplicó de manera exclusiva a la interpretación de la biblia.  Pero con el tiempo ha pasado a significar una interpretación de cualquier fenómeno que se lleve a cabo de esta manera.
Este método incluye los siguientes pasos:
  • Seleccionar los datos históricos que identifiquen lo religioso a través de testimonios pasados.
  • Describir las formas y hechos comunes de las religiones: culto, signos, milagros, etc.
  • Organizar los datos según un esquema determinado.
  • Entender el sentido de las experiencias vividas por el sujeto religioso.
  • Proponer una interpretación global del fenómeno religioso.
EL SÍMBOLO Y LA SOCIEDAD


El símbolo es un recurso expresivo que nos traslada de un plano a otro de la realidad. Se construye con datos de la realidad empírica y nos lleva a lo transempírico.
Los símbolos tienen un origen y una vivencia social indudable; de la misma forma que el sujeto no inventa su pensamiento ni su lenguaje, sino que los recrea a partir del pensamiento y el lenguaje vigentes en la sociedad en que nace, así el Misterio comienza a hacerse presente al sujeto religioso en la mediaciones simbólicas vigentes en el medio del que se alimenta espiritualmente. Es decir, de la condición simbólica de toda expresión religiosa entraña de forma necesaria al carácter social de la misma y que, por tanto, toda manifestación religiosa se realiza en un contexto social y en estrecha relación con el.

LO ESENCIAL DE LA RELIGIÓN
Los aspectos esenciales de la religión, que se han establecido según el método hermenéutico, incluyen dos momentos que no se pueden separar:
La presencia del ministerio que se expresa a través de lo santo, de lo culto, de lo sagrado. Esto se conoce como el aspecto objetivo de la religión.
El reconocimiento o respuesta personal del sujeto que, a su vez, representa el aspecto subjetivo de la religión.
Tal ámbito de realidad religiosa en descrito por el estudioso de las religiones Rudolf Otto (1869-1937) con las siguientes categorías: 
  • Numinoso: Fuera o realidad que tiene sobre mí y de la que dependo.
  • Tremendum: Su presencia provoca desde sentimientos sosegados hasta terror, horror y espanto.
  • Mysterium: Es lo absolutamente otro, lo que no puede pensarse.
  • Fascinans: Es lo augusto y admirable, que lleva a experiencias místicas de beatitud.
El hombre se encuentra ante un poder que lo afecta, tanto a él como a los objetos con que se relaciona y, por este motivo, son considerados sagrados. En resumen, hay dos características comunes en el misterio: Su absoluta trascendencia, es decir, que supera lo visible y concreto, y su permanencia en el hombre, ya que está íntimamente presente en él.

lunes, 6 de octubre de 2014

EL HOMBRE COMO REALIDAD SOCIAL


La ética es el comportamiento de los individuos dentro de la sociedad, regido por la moral reflexiva, conforme a las costumbres de su propia realidad.
El hombre vive su determinando lo que es bueno o lo malo mediante experiencias, sin sobre pasar los limites determinados por la sociedad.
Se puede decir que la moral es un deber de la actividad diaria para poder llevar los fines de la vida diaria.
La dignidad que el hombre ha recibido como persona que exige responder a su libertad y creatividad. Siendo el hombre dueño de sus actos, se convierte en responsable de ellos, es decir en su ser moral. La moralidad es tan propia del hombre como su propio ser de persona; El hombre es su propio agente.
El hombre posee una realidad personal por ser capaz de auto-determinarse, reflexionar y auto poseerse. Y posee una realidad moral por se capaz de deliberar, justificar y obligarse. En consecuencia el hombre es libre y debe desarrolla una dimensión ética-personal y una dimensión ética-moral.

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA PERSONA



  • La reflexión completa: Nos indica todos los actos del hombre son intencionales porque pretenden algo.
  • La auto posesión: El conocimiento nos permite ser dueños de nosotros mismos "se conoce conociendo" nos hace capaces de estimar con nosotros mismos. Nos permite ser autónomos, nos hace íntimos personales, debemos dominar responsablemente nuestros actos. 
  • La autodeterminación: Nos habla de que somos seres de "libertas abierta" podemos decir si o no. 
LA ACCIÓN RESPONSABLE EN EL HOMBRE


El hombre tiene que hacer su vida "respondiendo" a las necesidades propias de la persona, por lo cual, el "problema moral es el problema de la acción responsable".
El hombre como persona tiene que responder de lo que hace, de sus actos, y las respuestas de hombre conforman los problemas prácticos de la vida.
La responsabilidad es el carácter de respuesta que tiene cada acción animal o animal. 

LA CONDUCTA MORAL



La conducta moral es toda conducta humana libre que tenga referencia a la conciencia, que se enfrenta de algún modo a un deber ser y que pueda se juzgada como universalizable o no. 

En las situaciones concretas de la vida, surgen problemas concretos que piden hechos y soluciones concretas. La actitud del hombre frente tales hechos concretos determina su comportamiento, el cual no de ser simplemente el resultado de un estimulo, pues su respuesta es consciente, viene hacer una conducta moral que procede de la raíz misma de la persona.

MORAL PRACTICA Y REFLEXIVA


La conducta práctico moral se ha dado desde inicios de la humanidad y milenios después, la reflexión sobre esta conducta moral del hombre continua: El hombre no solo obra moralmente sino que reflexiona sobre el comportamiento practico pasado así del plano de la moral práctica a la de teórica. El paso de la moral reflexiva se llama se llama ética o estudio de los problemas teóricos morales.

CARÁCTER SOCIAL DE LO MORAL


Aspectos de lo moral
  • El plano normativo: Constituido por las normas y las reglas de acción no imperativos que nos dicen que algo se debe hacer.
  • Plano de lo factico o plano de los hechos morales que se realizaron independientemente, sin ninguna referencia a un deber ser.
El concepto de moral para designar el conjunto de principios, normas, imperativos,  ideas de una sociedad; por su parte, se usa el concepto de moralidad para señalar  los hechos concretos que tienen un significado dentro de la moral.
El gran propósito de la ética moral es el mejoramiento de la convivencia moral.

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA MORAL
  • Aprender a no agredir el congénere: Fundamento de todo modelo de convivencia social.
  • Aprender a comunicarse: Base de la auto-afirmación personal.
  • Aprender a interactuar: Base de los modelos de relación social.
  • Aprender a decidir en grupo: Base de la política y la economía.
  • Aprender a cuidarse: Base de los modelos de salud y seguridad.
  • Aprender a cuidar el entorno: Fundamento de la supervivencia.
  • Aprender a valorar el saber social. 

lunes, 1 de septiembre de 2014

EL HOMBRE MEDIOCRE


Es un libro del sociólogo y médico ítalo-argentino José Ingenieros, publicado en el año 1913. La obra trata sobre la naturaleza del hombre, oponiendo dos tipos de personalidades: la del hombre mediocre y la del idealista, analizando las características morales de cada uno, y las formas y papeles que estos tipos de hombres han adoptado en la historia, la sociedad y la cultura.Según ingenieros, el hombre mediocre es un ser sin personalidad que se deja amoldar o domesticar por el medio social en el que vive. Según Flaubert, es el “hombre que piensa bajamente”. Ingenieros lo ubica entre el genio y el imbécil. Y lo más curioso de todo: que ni el mismo se da cuenta que lo es. 
El hombre mediocre no tiene ideas propias, sino que piensa y dice lo que otros dicen. Aunque puede tener “talento” o “buenas cualidades”, sean estas intelectuales o artísticas, ellas no le garantizan su autonomía y creatividad. El hombre mediocre puede poseer “talentos”, pero esto no quiere decir que los desarrolle y que los llegue a perfeccionar.
“Cada individuo- dice Ingenieros- es el producto de dos factores: la herencia y la educación”. La herencia se refiere al factor genético, la educación a todo lo que este recibe desde la cuna a la sepultura.
La “imitación” desempeña un papel decisivo para el desarrollo de la personalidad social. Pero ella sola no basta, se necesita de la “invención” para producir variaciones en los individuos. La imitación es de índole conservadora y actúa creando hábitos sociales, mientras que la “invención” es evolutiva y se desarrolla mediante la imaginación.

TIPOS DE HOMBRES

El hombre inferior: El hombre inferior es un animal bellaco. Su ineptitud para la imitación le impide adaptarse al medio social en que vive; su personalidad no se desarrolla hasta el nivel corriente, viviendo por debajo de la moral o de la cultura dominante, y en muchos casos fuera de la legalidad. Esa insuficiente adaptación determina su incapacidad para pensar como los demás y compartir las rutinas comunes. Estos, mediante la educación imitativa, copian de las personas que los rodean una personalidad social perfectamente adaptada.
El mediocre: El hombre mediocre es incapaz de usar su imaginación para concebir ideales que le propongan un futuro por el cual luchar. De ahí que se vuelva sumiso a toda rutina, a los prejuicios, a las domesticidades y así se vuelva parte de un rebaño o colectividad, cuyas acciones o motivos no cuestiona, sino que sigue ciegamente. El mediocre es dócil, maleable, ignorante, un ser vegetativo, carente de personalidad, contrario a la perfección, solidario y cómplice de los intereses creados que lo hacen borrego del rebaño social. Vive según las conveniencias y no logra aprender a amar. En su vida acomodaticia se vuelve vil y escéptico, cobarde. Los mediocres no son genios, ni héroes ni santos.
Un hombre mediocre no acepta ideas distintas a las que ya ha recibido por tradición (aquí se ve en parte la idea positivista de la época, el hombre como receptor y continuador de la herencia biológica), sin darse cuenta de que justamente las creencias son relativas a quien las cree, pudiendo existir hombres con ideas totalmente contrarias al mismo tiempo. A su vez, el hombre mediocre entra en una lucha contra el idealismo por envidia, intenta opacar desesperadamente toda acción noble, porque sabe que su existencia depende de que el idealista nunca sea reconocido y de que no se ponga por encima de sí. 
El idealista: El idealista es un hombre capaz de usar su imaginación para concebir ideales legitimados sólo por la experiencia y se propone seguir quimeras, ideales de perfección muy altos, en los cuales pone su fe, para cambiar el pasado en favor del porvenir; por eso está en continuo proceso de transformación, que se ajusta a las variaciones de la realidad. El idealista contribuye con sus ideales a la evolución social, por ser original y único; se perfila como un ser individualista que no se somete a dogmas morales ni sociales; consiguientemente, los mediocres se le oponen. El idealista es soñador, entusiasta, culto, de personalidad diferente, generoso, indisciplinado contra los dogmáticos. Como un ser afín a lo cualitativo, puede distinguir entre lo mejor y lo peor; no entre el más y el menos, como lo haría el mediocre.

LA ENVIDIA


La envidia es una adoración de los hombres por las sombras, del merito por la mediocridad. Es el rubor de la mejilla sonoramente abofeteada por la gloria ajena. Es el grillete que arrastra los fracasos. El que envidia se rebaja sin saberlo, se confiesa subalterno; esta pasión es el estigma psicológico de una humillante inferioridad, sentida, reconocida. Comprende que los psicólogos la olviden en sus estudios sobre la pasiones, limitándose a mencionarlas como un caso particular de los celos. Es pasión traidora y propicia a las hipocresías. Se puede odiar a las animales y a las cosas; solo se puede envidiar a los hombres. El odio que injuria y ofende es temible; la envidia que calla y que conspiran es repugnante. El odio puede hervir en los grandes corazones; puede ser justo y santo; lo es muchas veces, cuando quieren borrar la tiranía, la infamia, la indignidad. La envidia es de corazones pequeños; el hombre que se siente superior no puede envidiar, ni envidia nunca el loco feliz que vive con delirio de grandeza. Se envidia lo que otros ya tienen y se desearía tener, sintiendo que el propio es un deseo sin esperanza: se cela lo que ya se posee y teme perder; se emula en pos de lago que otros también anhelan, teniendo la posibilidad de alcanzarlo. 

ENTORNO DEL HOMBRE MEDIOCRE


La Humanidad ha evolucionado y siempre estará en continuo cambio, más el hombre mediocre y conformista jamás evolucionará, su actitud inequívoca lo ha convertido en un ser que “no habla nunca; repite siempre, juzga a los hombres como los oye juzgar ”, se ha convertido en el eco de otros, (por no decir de todos) estas personas son llamadas: fanáticas,(por decirlo de alguna forma) son fans de a quienes son líderes, de aquellos que escuchan decir frases célebres, se sorprenden por todo y solo viven de ilusiones, su mundo: “El País de las Maravillas”.
LOS HOMBRES SIN PERSONALIDAD



La personalidad individual comienza en el punto preciso donde cada uno se diferencia de los demás; en muchos hombres ese punto es imaginario. Por ese motivo, al clasificar los caracteres humanos se ha comprendido la necesidad de separar a los que carecen de rasgos característicos: productos adventicios del medio, de las circunstancias, de la educación que se les suministra, de las personas que los tutelan, de las cosas que los rodean. ”Indiferentes” ha llamado a robot a los que viven sin que se advierta su existencia. Aunque los hombres carecemos de misión trascendental sobre la tierra, en cuya superficie vivimos tan naturalmente como la rosa y el gusano, nuestra vida no es digna de ser vivida sino cuando la ennoblece algún ideal: los más altos placeres son inherentes a proponerse una perfección y perseguirla. El poder que se maneja, los favores que se mendigan, el dinero que se amasa, las dignidades que se consiguen, tienen cierto valor efímero que puede satisfacer los apetitos del que no lleva en si mismo, en sus virtudes intrínsecas, las fuerzas morales que embellecen y califican la vida; la afirmación de la propia personalidad y la cantidad de hombría puesta en la significación de nuestro yo. Muchos nacen; pocos viven. Los hombres sin personalidad son innumerables y vegetan moldeados por el medio, la falta de personalidad hace a estos, incapaces de iniciativa y de resistencia.

PELIGROS SOCIALES DE LA MEDIOCRIDAD


El error de lo desconocido los ata a mis prejuicios, tornándolos timoratos e indecisos: nada aguijonea su curiosidad; carece de iniciativa y miran siempre al pasado, como si tuviera los ojos en la nuca, troncan su honor por una prebenda y echan llave a su dignidad por evitarse un peligro; renunciarían a vivir antes que gritar la verdad frente al error de muchos. Su cerebro y su corazón están entorpecidos por igual como los polos de un imán gastado. El ambiente tornase refractario a todo afán de perfección; los ideales se agostan y la dignidad se ausenta: los hombres acomodaticios tienen su primavera florida. Los estados convirtiese en mediocracias; la falta de aspiraciones que mantengan el alto nivel de moral y de cultura, ahonda la Ciénaga constantemente. La dignidad es irreverencia, es lirismo la justicia, la sinceridad es tontera, la admiración es imprudencia, la pasión ingenuidad, la virtud es una estupidez. En la lucha de las conveniencias presentes contra los ideales futuros. Ningún idealismo es respetado, si un filósofo estudia la verdad, tiene que luchar contra los dogmatistas momificados; si un santo persigue la virtud se astilla contra los perjuicios morales del hombre acomodaticio; si el artista sueña nuevas formas, ritmos o armonía, ciérrenle el paso las reglamentaciones oficiales de la belleza; si el enamorado quiere amar escuchando su corazón, se estrella contra las hipocresías del convencionalismo.

EL HOMBRE HONESTO


Las mediocracias de todos los tiempos son enemigas del hombre virtuoso: prefieren al honesto y lo encumbran como ejemplo. Hay en ello implícito un error o mentira que conviene disipar. Honestidad no es virtud. El honesto, en cambio es pasivo, circunstancia que le asigna un nivel moral superior al vicioso, aunque permanece por debajo de quien practica activamente alguna virtud y orienta su vida hacia algún ideal. La virtud suele ser un gesto audaz, como todo lo original; la honestidad es un uniforme que se endosa resignadamente. El mediocre teme a la opinión pública con la misma obsecuencia con el que el zascandil teme al infierno; nunca tiene la osadía de ponerse en contra de ella, y menos cuando la apariencia del vicio es un peligro ínsito en toda virtud no comprendida. Los espíritus acomodaticios llegan a aborrecer la firmeza y la lealtad a fuerza de medrar con el servilismo y la hipocresía. La virtud quiere fe, entusiasmo, pasión, arrojo, de ello vive. Los quiere en la intención y en las obras. No hay virtud cuando los actos desmienten las palabras, ni cabe la nobleza donde la intención de arrastra. Por eso la mediocridad moral es más nociva en los hombres conspicuos y en las clases privilegiadas. Los privilegios de la cultura y del nacimiento imponen al que los disfruta una lealtad ejemplar para consigo mismo.
  

lunes, 9 de junio de 2014

LA ÉTICA

LA ÉTICA FILOSÓFICA

La ética, como pertenece a la filosofía, es una disciplina de intensa reflexión. En la que se pone en entredicho lo que uno quiere ser, con lo que debe ser. La ética, relaciona nuestros pensamientos, valores e ideales con nuestros hechos y comportamientos, de tal forma que exista una congruencia entre estos y se logren justificar por nuestra reflexión.
A través de la vida de la humanidad el ser humano se guía por dos preceptos importantes, lo que desea ser y lo que debe ser. Un planteamiento en el que es necesario orientar nuestros ideales y valores con una serie de normas que nos permitan convivir con los demás. 
Los hechos y la ética no son cosas que sucedan siempre a la par, pero lograr una congruencia entre nuestros pensamientos y acciones nos llevará a una reflexión real de la ética en nuestra forma de vida. 
Actuar éticamente no es igual a actuar conscientemente. Hay conciencias que son erróneas que no reflexionan y se dan a la labor de filosofar sobre sus comportamientos y sobre cómo deben ser las cosas. Así la filosofía de la ética se convierte en esa actividad de intensa reflexión en el que se ponen en entredicho cuales son las cosas que están bien, y cuales están mal. 

UN PROBLEMA COTIDIANO


En la vida cotidiana nos enfrentamos frecuentemente con circunstancias que que nos obligan hacer un alto en el camino. No se trata de situaciones que exijan conocimientos predeterminados, perecía o habilidad. Se trata de acontecimientos hacia lo que sentimos que solamente una reflexión detenida y juiciosa nos permitirá salir adelante.
Estos eventos de la vida cotidiana tienen sus rangos distintivos. Normalmente implican decisiones con respecto a nuestras acciones, a nuestra relación con terceras personas y, sobre todo, al calculo de las consecuencias que se desprendan de nuestras decisiones, de nuestras acciones.
También sucede, que la aparición de estos eventos parece desencadenar toda una serie de circunstancias nuevas de tal magnitud y secuela para la vida, que nos hacen asumir actitudes actitudes hacia el futuro cada vez más responsable y concientes. En pocas palabras, estamos hablando de situaciones que pueden implicar problemas éticos.

¿QUE ES EN CONCRETO LA ÉTICA?


La ética se encarga de juzgar y tratar de determinar cuál es el comportamiento más correcto o adecuado que debemos tener los hombres para vivir de la mejor manera posible y para aspirar al mejor futuro como individuos y como especies.
La ética es un discurso racional que nos debe dar las herramientas para conducir del mejor lodo nuestra vida. Es una reflexión que debemos abordar y llevar a cabo para cumplir nuestras mas altas aspiraciones como humanos.  

EL ÁMBITO DE LA ÉTICA

En el caso de la ética, la filosofía se refiere a casos concretos. Estos son tal vez los únicos casos concretos de los que tradicionalmente se ha ocupado el pensamiento filosófico, pues a diferencia de las cuestiones epistemológicas o metafísicas, que tratan problemas alejados de nuestra vida cotidiana, en tanto que entendamos a ésta como la vida que llevamos a cabo en medio de grupos humanos, en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en nuestro país.
Para que comprendamos el porqué de la búsqueda de Sócrates y el afán con el que intentó resolver una cuestión a las claras más importante que su propia vida, será necesario que nos aproximemos a lo que se considera como la "cuestión ética".
Ya hemos dicho que se trata de una reflexión que busca determinar nuestro comportamiento, no tanto para resolver las razones por las cuales realizamos un acto, sino con el fin de predeterminar, de la mejor manera, dichos actos. 

EL PROPÓSITO DE LA ÉTICA

Algunos filósofos, como Immanuel Kant, piensan que los actos verdaderamente virtuosos, verdaderamente éticos, son aquellos que se realizan sin un fin particular, sin ningún interés personal, sino buscando la realización de nuestra especie. Según ellos, nuestra individualidad solo se verá realizada si guiamos nuestros actos persiguiendo el más alto de los fines, que es la felicidad de todos los hombres, y por lo tanto, dejando de lado las pequeñeces y miserias propias de nuestra subjetividad.
En cambio otros filósofos, los llamados pragmáticos o utilitaristas, como John Stuart Mill, piensan que en la medida en que se cumplan nuestras propias metas, en esa medida se contribuirá al bienestar de todos los hombres, siempre y cuando el bienestar personal este perfectamente identificado con el bienestar universal. No se trata de conseguir la felicidad personal, sino de contribuir con nuestros actos a la felicidad de toda nuestra comunidad, y por tanto de lo que entendamos por humanidad.

¿EXISTE UNA POSTURA ÉTICA UNIVERSAL?
Con respecto a la ética, no sólo encontramos distintas concepciones acerca del fin que persigue. Si nos salimos del ámbito de nuestra cultura occidental, nos daremos cuenta de que lo que consideramos como valor, como bien o como fin adecuado para la humanidad, cambia según las diversas culturas,los pueblos y las costumbres. Por lo tanto, vale la pena preguntarse si existe una ética de carácter universal que dé razón al comportamiento de los hombres en general.
Por lo mismo, es muy fácil caer en la tentación de utilizar esta circunstancia para concluir que no es posible la ética y que cualquier acto o cualquier motivación para actuar es valida. Pero la diversidad d posturas y concepciones éticas, antes de justificar una vida irreflexiva con respecto a los demás, nos previene sobre la responsabilidad que tenemos de perpetuar nuestra naturaleza y nuestra especie.

RELATIVISMO ÉTICO

Consiste en afirmar que para decidir sobre el fin más adecuado para nuestros actos, para decidir qué es lo bueno, lo justo o lo mejor, debemos situarnos en un contexto especifico y determinado y actuar conforme con lo que en dicho contexto se considera adecuado, sin efectuar una reflexión y sin entender a una razón universal.
Por lo tanto, el fin es relativo para cada medio o contexto, para cada grupo humano, y entonces las posibilidades de interacción entre individuos de distintos grupos no será posible. El relativismo nos confina a interactuar solamente con individuos de nuestra cultura  y por lo tanto niega la humanidad, la diferencia y la variedad.

SUBJETIVISMO ÉTICO

Para el subjetivismo ético es impensable la comunicabilidad de las cuestiones éticas y, por lo tanto, la ética es un asunto puramente personal. Esto es así porque consideran que con las cuestiones éticas sucede lo contrario que con las científicas, para las cuales hay la posibilidad de aspirar a un acuerdo universal, pues los experimentos y el conocimiento que de ellos se desprende es el mismo, sin importar el ámbito social o cultural en el que se den. En cambio, las posturas éticas están ligadas a los medios culturales en los cuales se desarrollan.
El subjetivismo es, para muchos autores, la consecuencia directa de la preponderancia que tiene la racionalidad en la cultura occidental y el valor que se le da, puesto que el juicio de esta racionalidad sobre las cuestiones morales es necesariamente negativo, ya que difícilmente podemos medir y sopesar las distintas posturas éticas para sacar de ellas una postura "científica". 

LA ÉTICA  ARISTOTÉLICA

La ética de Aristóteles es eudemonística, es decir, que defiende que todas las acciones humanas tienden o van encaminadas a conseguir la felicidad. Todas las acciones tienen un fin, que se identifica con el bien. La felicidad será el bien supremo. Muchas teorías éticas son eudemonísticas, el problema está en discrepar sobre qué es la felicidad. Para Aristóteles la felicidad consiste en lograr la perfección de la propia naturaleza humana, por eso, si queremos saber que es la felicidad tendremos que hacer un análisis de la naturaleza humana. Un ser es feliz cuando actúa de acuerdo a su naturaleza, consiguiendo la máxima perfección respecto a eso. 

LA ÉTICA SEGÚN SÓCRATES



El objetivo de Sócrates era el de educar al hombre por medio de un continuo ejercicio en busca del bien que, en la ciudad, no podía ser otro que el bien colectivo, la justicia. Ese ejercicio tenía también un nombre, areté, la excelencia humana, la virtud. 
Sócrates tiene como fin único de sus investigaciones filosóficas mejorar moralmente al hombre, en tanto y en cuanto el hombre sea el poseedor de la sabiduría, toda vez que la sabiduría conduce a la virtud, y discernir qué bienes serán útiles para conseguir lo deseado es labor de la sabiduría. El hombre bueno es un hombre sabio y virtuoso; el hombre obra rectamente cuando conoce el bien, y al conocerlo es capaz de hacer el bien a sus semejantes. Sócrates decía: “Llamo en cambio vivir bien al hecho de alcanzar su fin por medio del estudio y del ejercicio y me parece que quienes se dedican a ello viven bien”.

miércoles, 26 de marzo de 2014

MITO DE LA CAVERNA



El Mito de la Caverna (Libro VII de "La República) es una narración alegórica con la que Platón nos explica su teoría de la existencia de dos mundos: el mundo sensible, el de las apariencias (que percibimos por los sentidos) y el mundo de las ideas, el verdadero (solo alcanzable mediante la razón) Describe, metafóricamente, la situación que guarda el ser humano ante estos dos mundos del conocimiento. Dentro de una caverna se encuentran, desde su nacimiento, unos prisioneros encadenados de cuello y piernas, sólo pueden mirar hacia el muro del fondo, detrás de ellos hay una hoguera encendida, y entre ésta y ellos un camino escarpado, a lo largo de éste, hay un muro de cierta altura por donde pasan unos hombres con toda clase de objetos que asoman por encima de él. En el muro del fondo se proyectan las sombras de estos objetos y de los hombres que los portan. Es lo único que pueden ver y que han visto los prisioneros durante toda su vida. Uno de los prisioneros logra liberarse y sale de la caverna, conociendo por primera vez las cosas reales. Deslumbrado por la luz del sol, no logra distinguir entre lo verdadero y lo que creía verdadero. Mediante el razonamiento, logra distinguir entre la idea que tiene de las cosas y lo que realmente son las cosas. En este diálogo con Glaucón, Platón hace una "analogía metafórica: Los prisioneros atados representan a los seres humanos en estado de ignorancia; las sombras proyectadas, son las apariencias, lo que creemos que son, el mundo sensible; lo que está afuera de la caverna, la luz (el sol) es el conocimiento verdadero. El prisionero liberado representa al filósofo, el sabio, el que deberá guiar a los hombres ignorantes hacia el conocimiento verdadero a través de la razón. Como en toda la obra de Platón, utiliza la "mayéutica", método socrático que consiste en hacer preguntas al discípulo para que éste vaya descubriendo el conocimiento latente en él. Recordemos que para Platón, nacemos sabiendo, lo que hay que hacer es sacar el conocimiento, con la guía de un maestro al que llama "partero de almas".

EL CONOCIMIENTO




El conocimiento es un conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el aprendizaje (a posteriori), o a través de la introspección (a priori). Es el sentido más amplio del termino, se trata de la posesión de múltiples datos interrelaciones que, al ser tomados por si solos, poseen un menor valor cualitativo.

CONOCIMIENTO: UNA INQUIETUD DE SIEMPRE


El hombre siempre se ha procurado por el conocimiento de lo que le rodea. A través de su inteligencia, ha cuestionado la naturaleza y ha tratado de comprenderla dando diversas respuestas.
Las primeras respuestas que el hombre dio a sus preguntas sobre la naturaleza fueron de carácter mítico, pero al nacer la filosofía, el hombre se planteó un nuevo camino para lograr el conocimiento de lo que le rodeaba, el camino de la reflexión racional.
A través de la historia de la reflexión filosófica, se hace evidente la preocupación por resolver dos problemas fundamentales para toda la filosofía: el problema del ser, que ha sido llamado ontología y el problema del conocimiento, que ha sido llamado gnoseología o teoría del conocimiento.

ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO


El hombre posee la capacidad de percibir y conocer todo aquello que le rodea:
  • a través de sus sentidos percibe lo que su entorno le ofrece, las cosas para observar, ver, tocar u oler.
  • por medio de su inteligencia el hombre elabora conceptos, organiza y estructura su pensamiento, a partir de la percepción que experimenta por los sentidos.
En la tarea del conocimiento es necesario tener en cuenta dos aspectos fundamentales: el sujeto que conoce el hombre y el objeto que es conocido la realidad. Cada uno de ellos aporta diversos elementos en la construcción del conocimiento:
  • El objeto que se deja conocer, aporta formas, colores, texturas, etc.
  • El sujeto que conoce, observa, relaciona, experimenta, compara, elabora conceptos, etc.
Estos dos elementos son indispensables para el conocimiento. Si alguno faltara, o no cumpliera su función, no seria posible el conocimiento.
Esta relación entre el sujeto y el objeto, en el proceso del conocimiento, ha sido estudiada desde la historia por diferentes pensadores, pues todos comprendieron la importancia del problema.
Si la relación filosófica consiste en la búsqueda del conocimiento, entonces se hace necesario verificar la validez del mismo.
En esta relación entre sujeto y objeto se da una doble dinámica: por parte del objeto que determina al sujeto, pues permanece invariable mientras el sujeto solo se forma una imagen del objeto, y por parte del sujeto ya que es quien conoce al objeto en el proceso mismo de su transformación.   

LAS PREGUNTAS POR EL CONOCIMIENTO

La relación filosófica generó muchos interrogantes con respecto al proceso y la validez del conocimiento, y las respuestas que se dieron a lo largo de la historia conformaron lo que se llama la gnoseologia o teoría del conocimiento.
Los diversos problemas que presenta el conocimiento tienen como objetivo definir la validez del conocimiento, que adquirimos. Las preguntas fundamentales que se plantean en este sentido podemos agruparlas en las siguientes:
  • ¿Es posible el conocimiento? ¿Está el hombre en capacidad de adquirir un conocimiento real, total, universal? o ¿la búsqueda del conocimiento total y universal es una simple ilusión humana?  
  • ¿En dónde se origina el conocimiento? ¿El conocimiento es fruto de las responsabilidades de la razón humana, de la lógica o tiene su origen en la experiencia sensible?
  • ¿Cuál es la esencia del conocimiento? ¿Es el objeto un elemento pasivo que se deja conocer? ¿Es el sujeto el que le imprime la validez al conocimiento? ¿Que aportan el sujeto y el objeto al conocimiento?
  • ¿Cómo conocemos? ¿A través de qué forma o método, adquirimos un conocimiento válido? ¿Es el razonamiento lógico, la experiencia sensible o la intuición, el método que nos puede conducir al conocimiento?
La filosofía asumió hasta el siglo XVI estos interrogantes sobre el conocimiento del ser, del mundo y del hombre, brindando diversas respuestas, pero a nacer las ciencias modernas, apareció una nueva perspectiva del problema que determinaría un único camino como solución. 

EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y FILOSÓFICO



El nacimiento de las ciencias modernas en el siglo XVI planteó una nueva forma de ver la naturaleza haciendo que la filosofía dejara de ser la única ciencia valida y aceptada. Estas dos posiciones se distancian claramente es al plantear el carácter de sus conocimientos, por las siguientes razones:

  • La filosofía pretende alcanzar un saber universal de toda la realidad, es decir, un conocimiento que pueda ser aplicado universalmente a todos los seres, objetos y elementos que integran. el mundo humano: así, por ejemplo, el conocimiento de lo que es el bien y el mal tiene carácter universal porque puede aplicarse a todo. Por medio de dicho conocimiento podemos opinar si un deporte es bueno o es malo, si es bueno o malo un gobierno, una idea, etc.
  • Las ciencias, por su parte, pretenden alcanzar un conocimiento particular de la realidad, por ejemplo, a la botánica solo le corresponde el estudio de los vegetales y a la lingüística solo el estudio del lenguaje.
¿COMO ALCANZAR EL CONOCIMIENTO?

El pensamiento griego se planteó, como problema fundamental del conocimiento, la pregunta por el principio que explicara los fenómenos naturales o arjé. Las diversas respuestas a esta pregunta, dieron lugar a diversas explicaciones sobre el proceso del conocimiento. Veamos las más importantes:
  • Los físicos:Consideraron que la única forma de lograr el conocimiento da la naturaleza era utilizar nuestros sentidos. Por ello el arjé, necesariamente debía ser un elemento de la misma naturaleza.
  • Los lógicos:Consideraron que la única forma de adquirir un conocimiento cierto de la naturaleza era el uso de la reflexión racional, pues los sentidos percibían solo lo variable y no lo fundamental.
  • Los sofistas:Consideraron que el conocimiento era algo relativo y que dependía de los conocimientos y habilidades que tuviera el hombre, por eso para ellos, el hombre es la medida de todas las cosas. Su principal exponente es Protágoras de Abdera y su forma de comprender el conocimiento fue llamada eurística o el arte de convencer con la palabra. 
  • Los idealistas:Seguidores del pensamiento de Platón, consideraban que el conocimiento era intuitivo, es decir que ya se encontraba en el hombre y al ver por los sentidos los objetos, el hombre recordaba las ideas. El camino de los sentidos era aparente y no confiable, por lo tanto, el único camino posible era el de la reflexión racional.
  • Los realistas:Seguidores del pensamiento de Aristóteles, consideraban que el conocimiento sólo era posible a partir de la experiencia de nuestros sentidos. Para Aristóteles no existe nada en el entendimiento que antes no haya pasado por los sentidos, el conocimiento e adquiere por la experiencia del individuo y es organizado por su intelecto. El conocimiento tiene varios niveles para los realistas, pero el superior, es el conocimiento del nivel demostrativo, es decir, cuando el hombre explica las primeras causas y los primeros principios de las cosas.
  • El escepticismo:Su fundador, Pirrón de Elis, quien negaba que el conocimiento que obtuviéramos por los sentidos y las reflexiones racionales tuviera validez. Para él, las cosas no se pueden conocer realmente; apenas las reconocemos tal como se nos aparecen.
  • El eclecticismo:Es una corriente de transición frente a otras posturas contrapuestas, su máximo representante fue Marco Tulio Cicerón, quien consideraba que el hombre debía buscar a través de su sentido común entre todas las doctrinas, lo que de verdad encuentra y con ello conformar sus conocimientos.
El problema del conocimiento para la filosofía medieval, fue una lectura del pensamiento platónico y aristotélico a las luz del pensamiento cristiano.

PLANTEAMIENTOS SOBRE EL CONOCIMIENTO EN LA FILOSOFÍA MODERNA

  • Los primeros científicos: Ubicados entre el siglo XV y XVII, Copérnico, Brahe, Kepler y Galileo, generaron una nueva forma de comprender la astronomía a partir de la observación y experimentación. 
  • El racionalismo cartesiano: Para Descartes, el único camino posible para el conocimiento era la búsqueda de un principio evidente por si mismo, es decir, que no necesitara ser explicada por nadie y desde el cual se pudiera generar todo un sistema de conocimiento.
  • El empirismo: Para esta corriente sólo son verdaderos los conocimientos que provienen de la experiencia, y por ello afirman que el camino para precisar qué conocimientos son válidos y cuáles no lo son, es determinar la forma como se construyen nuestros conocimientos. Sus principales representantes son: John Locke, George Berkeley y David Hume.
  • El cristianismo: Para esta corriente, las respuestas dadas por el empirismo y el racionalismo no conducían a ningún lado, era por lo tanto necesario afrontar el problema desde un ángulo distinto. El camino era entonces, según el filósofo alemán Emmanuel Kant, la critica al conocimiento adquirido por la razón y los sentidos, y la respuesta estaba dada en los juicios sintéticos a priori, es decir, en los conceptos que elaboramos mezclando los elementos que provienen de la experiencia y aquellos que aportan al sujeto.    
  • El idealismo trascendental: Esta corriente, representada en el pensamiento del filósofo alemán Friedrich Hegel, es la cumbre del pensamiento especulativo basado en las posibilidades de la razón pura. Su intención fundamental era construir una filosofía que fuera sistemática como la ciencia. Para Hegel lo único real es el pensamiento, es decir, los conceptos que elabora el intelecto del hombre al tomar conciencia de los cambios que se dan en las sustancias que conforman la naturaleza, por lo tanto, el conocimiento sólo es posible en la lógica o ciencia de lo absoluto.